Tareas pendientes:
Resumen de algunas páginas del capítulo El derecho al sexo que está incluido en el libro de AMIA SRINIVASAN del mismo nombre. Las ideas sobre la sexualidad de la mujer son expuestas en su complejidad y en su interrelación. Partimos de una consideración del deseo sexual como algo innato, primario, natural, prepolítico y no condicionado y llegamos a una idea del deseo sexual como algo configurado por la opresión.
Bischofberger, U. (2023) Mis diosas. [Captura de archivo de fotos de feministas significativas de la tercera ola]

SITUACIÓN DE PARTIDA
Partimos del enfoque freudiano: el deseo sexual es un impulso innato primario, natural, prepolítico y no condicionado que se distribuye según criterios de género biológico. Por ejemplo, una mujer fantasea con que la abusan, y esta fantasía parte de tanatos, que es algo innato en ella y compartido por todos los seres humanos independientemente de su cultura. En relación con lo anterior, las mujeres se preguntan ¿de verdad esta situación que tengo en el sexo nace de mí, o lo he aprendido? ¿Hasta qué punto es normal que, por ejemplo, yo me someta al hombre también en el sexo, que él disfrute del sexo oral y yo no, etc? Entonces surgen las ideas de las feministas radicales.
EN ESTADOS UNIDOS.
Feministas radicales.
Entre otras, Catherine Mackinnon. El patriarcado hace del sexo una práctica de dominación masculina y sumisión femenina. En el hombre, hay hostilidad y desprecio hacia la mujer. En la mujer, reverencia y vulnerabilidad hacia el hombre. Tal vez, el ejemplo extremo es la historia de O. Un ejemplo cotidiano es la reverencia que muestra la madre de los Cornelio, en la Roma patriarcal clásica, ante sus hijos, cuando dice «estas son mis joyas». En relación con lo anterior, las mujeres consideran que la situación es terrible, hay que evitarla a toda costa, porque posiciona a la mujer en un sitio que no es justo ni deseado, entonces surgen las ideas de feministas antisexo.
Feministas antisexo, o celibato militante.
Entre otras, Grace Atkinson. The Feminists Ti., Cell 16, Roxanne Dumbar-Ortiz. No está bien lograr placer así; la solución es el rechazo al sexo y al matrimonio con hombres. El feminismo debe cambiar lo que las mujeres desean. Ejemplo, las mujeres que se separan y no quieren volver a saber nada de los hombres. Ejemplo, las mujeres que niegan la realidad del deseo femenino, su propia sexualidad para evitar caer en esas relaciones de poder. Pero, en relación con lo anterior, se señala que se trata de un tipo de solucionismo personal que no supone un cambio estructural, y que son prácticas separatistas; que un feminismo que maneja con demasiada libertad las ideas de autoengaño (la mujer se oculta su propia sexualidad) no es liberador, entonces surgen las ideas de feministas promujer.
Feministas promujer.
Entre otras, Shulamith Firestone, el grupo feminista Redstockings, Ellen Willis. La liberación real exige una transformación estructural. El sexo y el matrimonio heterosexual son un deseo legítimo y un imperativo estratégico, para poder adquirir poder y sobrevivir. Lo que hay que hacer es una reconcepción igualitaria del matrimonio heterosexual. Todas las mujeres están implicadas en actos de negociación y acomodo. Por ejemplo, casarse o emparejarse pero estar muy atenta en todo momento a la igualdad de trato. Pero hay tendencia a la homofobia, al rechazo a las lesbianas porque las lesbianas, según las feministras promujer, se retiran del campo de batalla sexual y excluyen a las mujeres convencionales. Ante esto, surgen las ideas de las feministas lesbianas.
Feministas lesbianas.
Ej. The Furies, Rita Mae Brown. Defienden la compatibilidad de su identidad sexual y su política, y consideran el lesbianismo como cuestión de solidaridad política. Por ejemplo, si digo que escapo al patriarcado siendo lesbiana porque no me relaciono, inmediatamente, con los hombres, y si digo que ser así es una especie de lucha política. Pero el patriarcado no se identifica con los hombres, y la dinámica patriarcal penetra también la relación entre mujeres. Las feministas antiporno barajan, entre otras, estas ideas.
Feministas antiporno.
La pornografía es el símbolo del patriarcado en todas sus formas, la dinámica patriarcal lo impregna todo. Por ejemplo, en las películas porno, los símbolos, los tiempos, todo está formulado según el deseo masculino y para magnificarlo, la eyaculación es el momento supremo, etc. Pero los movimientos antiporno pueden contribuir a la represión de la sexualidad.
REINO UNIDO
Feministas socialistas.
Ej. Juliet Mitchell, Sally Alexander, Sheila Rowbotham, primer congreso del Movimiento Nacional de Liberación de las Mujeres, Oxfore. La lucha contra la explotación capitalista es crucial en la emancipación de la mujer, el enemigo fundamental es el capitalismo, los hombres de izquierdas son importantes en la lucha, pero imperfectos aliados. Por ejemplo, una mujer que tiene que sobreocuparse de su familia, que no le llega el dinero, que su marido está trabajando sin tregua y explotado, atribuye la mala relación con su marido, sobre todo, al sistema social. Pero la violencia sexual se da en todo contexto, y es síntoma de supremacía masculina más que de opresión de clase, y aparecen las ideas de las feministas revolucionarias.
Feministas revolucionarias.
Noveno congreso del Movimiento de Liberación de las Mujeres. Ej., Leeds Revolutionay Feminist Group. Sheila Jeffreys entre otras. La violencia sexual es síntoma de supremacía masculina, no de opresión de clase. La violencia masculina es la base en la que se asienta la opresión de las mujeres, y se caracteriza por hacer demandas reformistas, como la de socializar los cuidados infantiles. Por ejemplo, la ablación del clítoris, el maltrato y los abusos del trabajo femenino en todas las culturas y también en las no capitalistas, etc. etc.
FEMINISMO PROSEXO O POSITIVISMO SEXUAL, ELLEN WILLIS
(En Lust horizon: is the Women Movement Pro Sex?)
- Hay que girar hacia la INTERSECCIONALIDAD: vías por las que la raza y la clase modulan la opresión patriarcal; no se pueden prescribir recetas universales. Por ejemplo, la violación de una mujer blanca tiene más resonancia que la de una negra, la de una rica más que la de una pobre, etc. y no se puede decir lo que hay que hacer en general, hay que ver persona a persona dónde está en concreto y qué le ocurre.
- Tanto el feminismo promujer como el feminismo antisexo refuerzan la idea de que los hombres desean el sexo (y se frena su libertad sexual como sustituto al reparto de poder real, por ejemplo, no le «da» sexo al hombre y ahí manda la mujer pero sigue siendo el hombre el que manda en casi todo en la vida) y las mujeres se limitan a soportarlo (se les da superioridad moral como sustituto del placer). Por ejemplo, no tengo sexo, y esto no me da placer, pero hago lo que tengo que hacer y eso me gusta. La función social de esta idea es restringir la autonomía de las mujeres. Pero las mujeres son sujetos sexuales de propio derecho, y sus ACTOS DE CONSENTIMIENTO (decir sí, decir no) son moralmente vinculantes. Por ejemplo, si pienso que si digo que «sí» a algo de sexo, sea lo que sea, está bien por el hecho de que digo que sí.
- En general, lo importante es tomar por cierta la palabra de las mujeres, y tratar las elecciones sexuales libres como un axioma. Desde los ochenta, el feminismo no moraliza sobre los deseos sexuales de las mujeres, e insiste en que la única restricción moral a la hora de actuaro obedeciendo esos deseos la imponen los LÍMITES DEL CONSENTIMIENTO.
- El sexo ya no es problemático/no problemático, sino deseado/no deseado
- Fagotización del feminismo por parte del liberalismo
- Legitimación de todo tipo de sexo
- Se insiste en la distinción liberal entre lo público y lo privado: reticencia del reminismo y el liberalismo a indagar en los deseos, el moralismo autoritario no tiene lugar. Ejemplo. Sea lo que sea lo que me guste o me propongan, si digo que sí entonces perfecto. Ese es el único criterio.
Pero nos tenemos que preguntar por qué escogemos lo que escogemos, y qué escogeríamos si tuviésemos libertad. Hay que entender la formación política del deseo.
EL DESEO SEXUAL CONFIGURADO POR LA OPRESIÓN
Es el momento actual del feminismo y el marco teórico de mi trabajo El patriarcazoo, juego de cartas. El deseo sexual está atravesado por todas las patologías del neoliberalismo: el machismo, el clasismo, el racismo, el capacitismo y todos los males que condicionan nuestras preferencias.
Reflexión personal
Este recorrido, alucinantemente rápido en el tiempo, en el que mujeres lúcidas, originales, valientes han ido desbrozando un terreno inhóspito, invadido por maleza de siglos, trazando recorridos, equivocándose, yendo, viniendo, construyendo dialécticamente sobre las construcciones de sus predecesoras, es el recorrido de la subjetividad de la mujer, es lo que nos ha llevado a ser lo que somos.
Agradecidísima a ellas.
Las discusiones son legítimas, las confusiones son humanas, los recelos hacia las masculinidades (los recelos ante las lesbianas, los recelos ante las mujeres trans) son parte de las dinámicas así como las luchas de todas por el respeto, la restitución y la consideración… En todo caso, hay un aliento común: el aliento del dolor que nos mueve a todas frente a todo el sufrimiento que se provoca y se sufre en nombre de la mujer y en virtud de un concepto abstracto, el de género.. Y, ¡ay!, es hora de mencionar, también, todo el placer sexual perdido para siempre para tantos, perdido para siempre para todas…
Ellas merecen una admiración sin límites, igual que todas las que se entregan a esta lucha, y sus ideas pervivirán aunque por temporadas se oculten o no se manifiesten todo lo que deberían. Esta trayectoria debería ocupar un capítulo en todos los libros de la enseñanza Primaria y Secundaria, y debería ser parte sustancial de cualquier libro de Historia, como si este relato fuera el relato de un territorio aparte, de un territorio que no ha tenido nombre, ni imagen, ni ley y que empieza a tener todo: nombre, imagen y ley. Un territorio que es mi cuerpo, tu cuerpo, nuestro cuerpo coaccionado, invadido, negado y utilizado para la opresión, que sigue siendo coaccionado, invadido, negado y utilizado pero que, poco a poco, se levanta… De aquí al siglo XXII, la palabra «mujer» será sinónimo de «dolor del pasado», y se habrá inventado otra palabra nueva, omniabarcadora, que nos acogerá a todas en una casa que será, por fin, NUESTRA casa.
Archivo de mujeres que han luchado por la mujer. Pioneras, visionarias, descubridoras, valientes, comprometidas, hitos en las historia, generosas, inteligentísimas, siempre amigas y aliadas…son:

Este libro tiene que ser FUNDAMENTAL. Tarea pendiente.
Hola, compañeros y compañeras. Si pensáis que el sexo debe ser más libre de lo que es, comentad, por favor! Gracias.